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Para obtener los mejores resultados, la parte trasera del Apple Watch debe estar en contacto con la piel para algunas funciones como la de detección de la muñeca, el Taptic Engine y el sensor de frecuencia cardíaca. Al llevar el Apple Watch con el ajuste correcto (no demasiado ajustado ni demasiado suelto, sino con espacio para que la piel respire), te sentirás cómodo con él puesto y dejarás que los sensores hagan su trabajo. Si quieres ajustar la correa del Apple Watch durante los entrenamientos, debes aflojarla cuando termines. Además, los sensores solo funcionarán si llevas puesto el Apple Watch sobre la muñeca.
Si el Apple Watch no está bien colocado o los sensores no leen tu frecuencia cardiaca, ajusta la correa un poco.
El Apple Watch debe estar bien ajustado, pero no demasiado.
Mantener el Apple Watch y las correas, así como tu piel, limpios y secos aumentará tu comodidad y evitará daños a largo plazo en el reloj. Resulta especialmente importante después de hacer ejercicio o de la exposición a líquidos, como sudor, jabón, crema solar y otras lociones que puedan irritar la piel.